Thursday, March 10, 2005

LOS INTERESES IMPERIALISTAS EN LIBANO Y SIRIA

Líbano, Siria y EEUU

Los intereses imperialistas en Líbano y Siria
Linda S. Heard

"Ahora que Iraq está en proceso de ser "domesticado" ­ si bien está por ver que esto se consiga - lo último que los americanos quieren es una Siria renegada en sus fronteras. Tampoco quieren que Siria siga apoyando a Hezbollah, cuyos militantes sirven como contención de Israel en el sur de Líbano. Pero, ¿cómo conseguir que Siria sea demonizada de manera que la comunidad internacional se sume en este punto a la agenda de la administración Bush?"...

Palestina está ocupada. Iraq está ocupado. Afganistán, Oriente Medio, el Golfo y el Caspio están plagados de personal militar, pilotos, submarinos, barcos de guerra, cazas de combate, helicópteros, y aviones-espía de los EEUU. Pero lo que resulta absolutamente imperativo es que Siria salga de Líbano al instante, o al menos eso prentede la Casa Blanca.

Naturalmente, la inmensa mayoría del pueblo libanés quiere una retirada completa por parte de Siria, al igual que los palestinos reclaman su tierra y los iraquíes (a excepción de los que están enfangados en el gobierno) quieren que se marchen los invasores. ¿Qué ser humano quiere a un extraño imponiéndole lo que debe y no debe hacer, o dirigiendo su país?

Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre la "ocupación" siria y las arriba mencionadas. Los sirios fueron invitados a entrar en Líbano en 1976 cuando la guerra civil libanesa era más cruenta, para aportar estabilidad. Con el tiempo, ayudó a conseguirlo.

Mas áun, los sirios llevan diciendo desde hace tiempo que disponen de un plan de retirada por etapas, que es algo más de lo que pueden decir los americanos respecto a Iraq. Sin duda, el perfil de las tropas [sirias en Líbano] ya es muy bajo.

Es cierto que el anterior presidente Sirio, Hafez Al-Assad, solía considerar a Siria y Líbano como dos partes de un mismo país. La ausencia de una embajada siria en Beirut da fe de ello, al igual que las visitas de dignatarios sirios nunca recibieron un tratamiento diplomático, salvo en la última visita del actual presidente Bashar al-Assad, a quien se le dispensó protocolo de alfombra roja.

Sinceramente, los sirios han abusado de la invitación que se les hizo, aunque ya que Líbano no posee un auténtico ejército, siempre han mantenido que se retirarían en cuanto Israel abandonase territorio libanés (y todavía colea la cuestión de las Granjas de Shiba) y se les conceda su ansiado Estado a los palestinos. Al mismo tiempo, Siria ha intentado durante mucho tiempo establecer negociaciones de paz con Israel, quien todavía ocupa el estratégico emplazamiento sirio de los Altos del golán, y siempre se ha visto rechazada.

Además, Siria fue siempre una pieza clave en la "guerra contra el terror" durante los meses siguientes al atentado del 11-S; entonces se recibió como huéspedes de honor a Bashar y su esposa en Downing Street y en el palacio de Buckingham. ¿Qué es lo que ha cambiado?

Siria fue uno de los pocos paises árabes que se opusieron pública y vehementemente a la invasión de Iraq, encabezada por EEUU, y esto nunca se le ha perdonado. Desde prácticamente el primer dia de la guerra, el Péntagono le acusó de exportar equipamiento ­como equipos de visión nocturna- a los iraquíes, y más tarde, de ser el principal conducto de entrada y salida de Iraq para los insurgentes. No importa que se haya demostrado mil veces que tan sólo un pequeño porcentaje de ellos no sean iraquíes. Incluso hubo intentos de acusar a Siria de guardar las inexistentes armas de destrucción masiva iraquíes.

Siria, con su -en breve obsoleta- ideología panarabista, y estatus de "enemigo de Israel" se ha convertido cada vez mas en un trapo rojo a ojos de los toros neoconservadores. Cierto consejero sobre Oriente Medio del vicepresidente estadounidense David Wurmser ha defendido siempre que EEUU e Israel deberían trabajar en común para "hacer retroceder" al liderazgo baazista de Siria, mientras que el numero dos del Pentágono Paul Wolfowitz ya dijo hace unos años que "debe haber un cambio en Siria" por la "extrema dureza" de su gobierno.

Ahora que Iraq está en proceso de ser "domesticado" ­ si bien que esto se consiga está por ver- lo último que los americanos quieren es una Siria renegada en sus fronteras. Tampoco quieren que Siria siga apoyando a Hezbollah, cuyos militantes sirven como contención de Israel en el sur de Líbano. Pero, ¿cómo conseguir que Siria sea bien demonizada de manera que la comunidad internacional se sume en este punto a la agenda de la administración Bush?

Entonces se produce el trágico asesinato del anterior y muy estimado primer ministro libanés Rafik Hariri, en el centro de Beirut, que fue por él restaurado con tanto amor. ¿Quién lo hizo? De acuerdo con el gobierno libanés pro-sirio, podría haber sido un montón de gente y organizaciones. Hariri era llamado (apreciativamente) "Señor Líbano", pero su perfil le ganó toda suerte de enemigos.

"Siria", afirmó sn embargo de forma no verbal el gobierno de EEUU, llamando a consultas a su embajadora en Damasco, y pidiendo la inmediata retirada de Siria de Líbano. Sin pruebas, sin nada.

De la misma manera que ciertos individuos fueron calificados de cómplices del terrorismo y acabaron encadenados en Guantánamo, Bagram o Abu Graib, Siria ya es considerada como la asesina de Hariri.

La Secretaria de Estado norteamericana Condolezza Rice declaraba recientemente que Siria debía ser considerada indirectamente responsable del asesinato de Hariri "dada su continua injerencia en los asuntos internos libaneses". Si éste es el procedimiento habitual de EEUU para hallar culpables, entonces los EEUU son responsables de todos los asesinato, mutilaciones, huérfanos y abusos que resultan en el Iraq y Afganistán bajo su control.

Por su parte, Siria mantiene que Hariri era un amigo y señala que haberlo matado iría contra sus intereses, sobre todo habiendo tantas garras internacionales ávidas de atacar su garganta. ¿Qué podría ganar Siria con esto? No deberíamos olvidar tampoco, que Bashar está muy formado académicamente y es muy inteligente, y no es alguien que piense que Siria pudiera obtener beneficios con este horrible acto.

Desgraciadamente, esos libaneses que se manifiestan unidos contra Siria tras la muerte de Hariri, han caído de lleno en la trampa.

Deberían tener cuidado con lo que desean. Si Siria comienza de veras a retirarse y reduce relaciones con Beirut, ¿en qué situación quedará el diminuto Líbano, especialmente si se tuerce el actual proceso palestino-israelí? ¿Quién entraría en Líbano entonces? ¿Los americanos, que lideran la cuestión, o su Estado clientelar, Israel? Siria podría decir entonces "os lo buscasteis". No es que Siria no deba abandonar Líbano, es que no es el momento. Primero, habrá que decir adiós a los invasores de Iraq, y luego esperar a que el proceso de paz palestino-israelí de sus frutos. Luego, si Siria insiste en quedarse donde no se le solicita, que su caso se presente al Consejo de Seguridad de la ONU, y que venga lo que haya de venir.

Una vez mas, Siria no es aquí el agresor. Imad Mustafa, embajador sirio en Washington afirmaba que "Siria intenta comprometerse constructivamente con los EEUU. No somos su enemigos y no queremos entrar en enemistad". Con el espectro iraquí como precedente, Siria parece establecer su propia apuesta, y refuerza sus lazos con Irán, actualmente acusado de enriquecer uranio con fines armamentísticos. Rusia parece estar alineándose con ambos y se muestra dispuesta a proporcionar misiles de última generación a Siria.

Es el momento de que los libaneses decidan dónde estar en estos tiempos de amenaza. Sus opciones son claras: pueden avanzar codo con codo con sus primos sirios, o confiar en los americanos para que éstos aseguren su seguridad y properidad futura. Tristemente, de cualquier forma serán los perdedores en un mundo donde las bombas más potentes y los corazones más duros definen a los ganadores.